El país europeo busca mitigar el impacto de la nueva variante
El Reino Unido exigirá a todos los viajeros que entreguen dos pruebas de descarte de la COVID-19 a su llegada al país, antes de poder salir de la cuarentena, para evitar la importación de nuevas variantes del coronavirus, informaron medios británicos.
Se espera que el ministro de Sanidad, Matt Hancock, anuncie a los diputados la medida que, según la prensa, consiste en la realización de tests en el segundo y octavo día de una cuarentena obligatoria de 10 días.
“Reforzar nuestro régimen de pruebas para incluir a todo el que llegue mientras están aislados proporcionará un nivel adicional de protección y nos dará más oportunidades para detectar nuevas variantes”, señalo un portavoz del Departamento de Salud.
El Reino Unido, que atraviesa una violenta segunda ola de infecciones atribuida a una variante más contagiosa descubierta en diciembre en el sur de Inglaterra, se encuentra actualmente bajo estricto confinamiento y contabiliza ya 113.000 muertes, el peor balance de un país europeo.