¿Ciudad de ricos, campo de pobre? Evidencia estadística revela importante información: si bien la zona rural aún tiene muchas brechas de servicios públicos que cerrar los que más han perdido han sido los que viven en las ciudades.
Los últimos 13 años no han sido los mejores para Perú. A pesar de las tremendas oportunidades que hemos tenido y los abundantes recursos naturales que seguimos teniendo, somos un país que frustra.
En este contexto, según la Asociación de Contribuyentes del Perú, "la narrativa de la izquierda peruana no ha dejado de promover la idea de que los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres, la idea del “campo olvidado” y la “ciudad indiferente”, el “campo pobre” y la “ciudad frívola”. Esta es una narrativa de división que genera odio, violencia y división, pero además es una narrativa falsa, que se basa en falacias o mentiras".
Lo que muestra la evidencia (en especial el último informe sobre pobreza en Perú del Instituto Nacional de Estadística – INEI) es que, si bien la zona rural aún tiene muchas brechas de servicios públicos que cerrar, en medio de toda esta mediocridad institucional y política, los que más han perdido han sido los que viven en las ciudades, el peruano de la zona urbana. Analicemos 3 datos que validan esta afirmación.
Variable: INGRESO PROMEDIO
Evidencia: el ingreso promedio en la zona rural aumentó 26.4% entre el 2011 y el 2022, mientras que el ingreso promedio en zonas urbanas cayó 4.09% en el mismo período. Si comparamos el año 2022 con el 2019 (periodo de pandemia) vemos que el ingreso urbano también tuvo una fuerte caída, mucho mayor a la del ámbito rural.
Variable: GASTO PROMEDIO
Evidencia: el gasto promedio en zonas rurales creció 21.8% entre el 2011 y el 2022, mientras que en la ciudad decreció 5.3%. La clase media se achica. Mientras tanto, los peruanos en zonas rurales siguen -milagrosamente- escapando de la pobreza.
Variable: POBREZA MONETARIA
Evidencia: en la zona rural, entre el 2011 y 2022, la pobreza monetaria decreció 26.7%, mientras que en la zona urbana aumentó 35%.
¿Conclusiones?
Perú no avanza. Los pobres dejan de ser pobres muy lentamente y no se sostienen de forma estable en la clase media. Siempre están en el limbo. Tampoco tenemos más peruanos ricos y prósperos, algo que sería muy saludable, y los que quedan se van del país. Ni la ciudad ni el campo están ganando con esta situación de mediocridad y crisis, y la narrativa de división y odio que promueve la izquierda peruana no solo es falsa, sino que no está aportando ninguna solución concreta.
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