El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, volvió a prohibir a los niños de entre 10 y 14 años que salgan de sus casas y les pidió que vean la televisión mientras continúan las medidas contra la COVID-19
Las órdenes de no salir de casa para todos los niños y ancianos se han mantenido en la mayor parte del país desde el comienzo de la pandemia, incluso cuando la economía se reactivó después del confinamiento y las restricciones.
“Vuelvan a sus casas, pueden fijar su atención al televisor todo el día”, señaló Duterte.
Aunque muchos padres incumplieron las normas, permitiendo a sus hijos jugar en los parques o en la calle, la medida ha llevado a las familias a no visitar los centros comerciales, que son los centros de la vida en común y de consumo. Las aulas también han permanecido cerradas.
El último viernes, el grupo de trabajo del Gobierno sobre la COVID-19 anunció que los niños de 10 a 14 años podrían volver a salir al exterior a partir de febrero.
No obstante, Duterte revocó la decisión a última hora el lunes 25 de enero, tras señalar que no quería arriesgarse a que los jóvenes se contagiaran de la variante británica que, hasta el momento, ha infectado a 17 personas en el país, entre ellas tres niños.
El número de infectados por coronavirus en Filipinas es de un millón y medio, uno de los más altos registros del sudeste asiático.
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