Portugal arranca este lunes su segunda fase de desconfinamiento, tras cierre total de 80 días.
“Estábamos hartas de estar en casa, ya no podíamos más”, cuenta a Efe, Fernanda, ciudadana de Portugal. Ella y su hija Bianca aguardan turno frente a una tienda de ropa en Lisboa, una escena que no se veía en Portugal hace 80 días y que hoy regresa junto a terrazas, museos y gimnasios reabiertos tras controlar la última ola de COVID- 19.
Portugal, con diez millones de habitantes, arranca este lunes la segunda fase de su desconfinamiento, la más esperada por contener el gran alivio social: la reapertura de las terrazas, un elemento indispensable de la vida portuguesa que vuelve al inicio de la primavera convertido en un auténtico bálsamo nacional.
Su proceso de desconfinamiento, aún a medias, el cual convive con la frontera de España cerrada, es percibida como un enorme salto cualitativo hacia la “normalidad”.
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