top of page

Se cumplen dos años de “El Milagro de Iquitos"

El día en que peruanos de todo el mundo se unieron para salvar a la capital loretana de los trágicos embates de la COVID-19 y de la ausencia de oxígeno para su tratamiento.


Escribe: Augusto Padilla

Iquitos fue sin duda una de las ciudades más castigadas por el azote de la mortal pandemia. | Foto: Cesar Von Bancels


Era el 3 de mayo de 2020, cerca de las 10 de la mañana, cuando desde la Iglesia de Iquitos los sacerdotes Miguel Fuertes (Párroco de la iglesia Matriz), y Raymundo Portelli (Párroco de la iglesia San Martín de Porres), iniciaban una colecta solidaria para la adquisición de una planta de oxígeno que ayude en el tratamiento de pacientes COVID-19 en el Hospital Regional de Loreto (HRL).


En ese mes, Loreto presentaba una cifra de 801 personas fallecidas por la COVID-19 en poco más de dos meses de iniciada la propagación de casos del mortal virus en el Perú. Una cifra alta para la tasa nacional e incluso internacional. La emergencia era tal, que dos semanas antes se viralizó un video en donde se observaban bolsas de cadáveres amontonadas en la morgue de Iquitos. El material fue difundido a nivel mundial como la viva imagen de la letalidad del virus en la capital loretana.

Para no olvidar. Así lucia la morgue de Iquitos en mayo del 2020. | LVU


No obstante, una iniciativa surgió de la iglesia. El padre Raymundo Portelli, quien gozaba de una gran popularidad en la ciudad, se presentó en videos difundidos en redes sociales pidiendo donaciones a la población para que el Vicariato pueda comprar una planta de oxígeno y donarla para la atención de pacientes moderados o graves.


Está de más decir, que la respuesta fue masiva, personas de diferentes partes del Perú y el mundo empezaron a enviar sus donaciones y, en menos de 24 horas, se logró recaudar más de 1 millón de soles, dinero suficiente para comprar tres plantas de oxígeno.

Padre Raymundo, quien además es médico, pidiendo donar. | LVU


El padre Miguel Fuertes, quien fue la persona detrás de este gran evento, recordó lo difícil que fue llevar esperanza en una época dominada por un dolor sin precedentes en esta parte del país.


“La pandemia, lo vivido en esos tiempos, será algo que nos acompañará toda la vida. Hace dos años a estas horas estabamos viviendo desesperación plena y total, todas las familias estaban tocadas directa o indirectamente y no había perspectiva de futuro en absolutamente nada. Se veia que en otros situos habia muertos, pero no como aquí, probablemente solo comparable a lo de Guayaquil y Manaos”, declaró el hombre de Dios.

Llegada de una de las plantas de oxígeno que sirvieron para menguar la catástrofe. | LVU


Sobre la experiencia que más le marcó de la época, comentó: “Hace unos meses se me acerca una persona y me dice buenas noches, usted no me conoce, pero quiero darle las gracias porque me devolvió la esperanza. Es el mejor reconocimiento que he tenido hasta ahora”.


Es por ello que para el religioso, el mayor milagro fue la solidaridad de la población. "La iniciativa emprendida por la Iglesia de Iquitos fue replicada posteriormente en otras zonas del país, lo cual fue reconocido en su momento por el entonces ministro de Salud, Óscar Ugarte", recalcó.

Padre Miguel Fuertes. | LVU


A dos años del día en que Iquitos fue un solo corazón por la vida y la salud, el también párroco de la Iglesia Matriz (catedral), señaló que es increíble como el sector salud no pudo prevenir a tiempo la contingencia contra la pandemia del nuevo coronavirus, además del monopolio que existía del oxígeno en el país. "No podemos permitir que esto vuelva a suceder", concluyó.

bottom of page