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Los niños y las redes sociales ¿vicio o necesidad?

Después de dos años de pandemia, el cambio que ha supuesto la Covid-19 en las conductas de los usuarios digitales ya es evidente. Todas las plataformas han aumentado su penetración, su tiempo de uso, y su base de usuarios; el comercio en línea ha ganado usuarios de forma recurrente; el audio como plataforma se ha disparado y el uso del entretenimiento online aumenta más rápido que muchas otras cosas: gaming, streaming, noticias, etc.


Escribe: Marlene Sofía Cuentas Carrera

Cambios en el uso de internet son evidentes en los niños luego de la pandemia. | LVU


El comportamiento de nuestra sociedad está muy cambiante, con la llamada "adicción electrónica". Tengamos presente que este 2021, ha sido marcado por la pandemia de Covid19, y cierra con un crecimiento significativo del uso de la red de redes, justificado en su mayor parte por el aumento de la educación y el trabajo online y por las restricciones de movilidad que aún afectan a gran parte de la población Pero, debemos tener presente que hoy en día, la situación es cada vez más compleja y alarmante. Basta con mirar alrededor: personas que caminan y usan teléfonos móviles; personas en bares y restaurantes que no interactúan con otras personas. Niños y adolescentes conectados todo el tiempo.


Adultos que usan dispositivos de comunicación en fiestas y ceremonias formales. Después de dos años de pandemia, el cambio que ha supuesto la Covid-19 en las conductas de los usuarios digitales ya es evidente.


Todas las plataformas han aumentado su penetración, su tiempo de uso, y su base de usuarios; el comercio en línea ha ganado usuarios de forma recurrente; el audio como plataforma se ha disparado y el uso del entretenimiento online aumenta más rápido que muchas otras cosas: gaming, streaming, noticias, etc".


Junto con los innumerables beneficios que esto conlleva, cada vez son más frecuentes los problemas psicológicos de adicción y aislamiento social. Además de otros temas de salud debido a la radiación y al contacto directo con los dispositivos, que traen problemas como disminución de la visión, tendinitis, dolor de espalda, mala postura, ansiedad, entre otros. Como educadora que soy me permito solicitar a las madres de familia, a mis colegas y a los que leen este artículo de opinión, que debemos aprender a dosificar el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación para que sus beneficios puedan ser utilizados con libertad y no con esclavitud y dominación. Se debe estar alerta ante situaciones de dependencia mayor que pueda ocasionarles problemas posturales, falta de horas de sueño, trastornos alimenticios por no querer ‘desconectarse’ para almorzar o cenar, abandono de actividades vitales, como alimentarse o dormir, así como problemas de conducta. Es uy importante que cada familia establezca un tiempo de juego no mayor a tres horas, de preferencia durante el fin de semana para que complemente las actividades del colegio. El juego también debe comprender una interacción con sus compañeros de clase o personas conocidas para evitar riesgos. En esa línea, los padres deben identificar quiénes son los amigos de sus hijos y mostrar interés en ellos, será una gran oportunidad para conocerlos. Debemos tener presente que la Academia Americana de Pediatría hace referencia que desde los 3 hasta los 12 años, lo adecuado sería que el uso de los videojuegos sea entre 1 a 2 horas al día y preferiblemente en los fines de semana, para que las redes sociales no sean uso de vicio. Asimismo, hay que hacerles recordar a los chicos que sus acciones en internet tienen consecuencias, que la información que publican en línea no se puede eliminar, que no finjan ser otra persona y debemos alentar los buenos modales en internet.

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