Más de 250 pobladores se sienten olvidados por las autoridades, ‘‘ya estamos cansados de ir a Pucallpa a pedir ayuda. Parece que aquí no tenemos autoridades. Nos sentimos olvidados", sostienen.
Nueva Alianza, a tres horas en bote desde el puerto de Pucallpa. | Foto: Santiago Romaní
Dicen que la voz del pueblo es la voz de Dios, pero, ¿qué tan cerca debe estar para ser oída? o ¿qué debe hacer para que le presten la atención que merece?
Es difícil saberlo, tal vez esa voz esté a tres horas en bote desde el Puerto de Pucallpa. Quizá haya sentido el embate de la naturaleza y quedado inundada por el río Ucayali, que a su vez acabó con sus cultivos, animales y las ganas de seguir trabajando.
La distancia significa olvido para Nueva Alianza. | Foto: Santiago Romaní
Probablemente esa voz se llame Nueva Alianza y sea un caserío en Coronel Portillo, en donde los más de 250 pobladores se sienten olvidados por las autoridades. En este lugar solo algunos conocen el nombre del actual alcalde provincial, y son los mismos que en varias ocasiones han llegado hasta la ciudad en busca de soluciones.
‘‘Ya estamos cansados de ir a Pucallpa a pedir ayuda. Parece que aquí no tenemos autoridades. Nos sentimos olvidados. Vivimos de lo que podemos. Hemos perdido nuestras cosechas y ahora con la inundación es más difícil volver a sembrar’’, refiere un vecino de este sector olvidado.
La escasez de agua potable es un contante. | Foto: Santiago Romaní
En Nueva Alianza, la mayoría se dedica a la agricultura, pero en estas fechas eso ha quedado en segundo plano. Ya están pensando el siguiente paso que darán para generar ingresos económicos, pues no se dejan vencer tan fácilmente.
En este caserío se han visto en la necesidad de beber agua de río y es que el único generador de energía eléctrica que permite bombear agua no funciona desde hace meses. Un vecino, en ocasiones debe usar el suyo para beneficiar a todos, y es que aquí son muy unidos a pesar de las adversidades.
Vecinos solicitan ayuda ante Defensa Civil y la MPCP, luego de muchos intentos, no reconocen a la autoridad. | Foto: Santiago Romaní
Nueva Alianza tiene una posta médica cuya infraestructura está en deplorables condiciones. Han pasado más de 20 años desde que los mismos pobladores la construyeron. Hace algunas semanas, hicieron denodados esfuerzos para salvar las cosas que estuvieron a punto a ser afectadas por la inundación.
‘‘Desde el 2015 solicitamos al gobierno regional, a la municipalidad y no nos hacen caso. Asistimos a las reuniones y nos mienten, nos dicen que nos van a dar, y nunca lo hacen (…) este centro de salud no está apto para atender, pero hago todo lo posible para dar atención’’, expresa Aida Ruiz, responsable del centro de salud.
Responsable de la atención en la posta refiere que hacen todo lo posible a pesar de las adversas condiciones. | Foto: Santiago Romaní
Pese a los problemas, nada impide que los niños de Nueva Alianza sigan soñando.
Aunque ignoran la realidad, todos aquí valoran el esfuerzo de sus padres por sacarlos adelante. Asisten a las reuniones, acompañan en los trabajos del día, pero no descuidan sus estudios. Aquí hay esperanza, pero falta decisión del Estado en darle mejores oportunidades.
Así como Nueva Alianza, son varios los caseríos y centros poblados que se sienten olvidados y cuyas voces no son escuchadas.
Irwing Letona