Jefe de la Diresa admite deficiencias en el primer de atención a la vez que anuncia que el ministro César Vásquez desembolsará lo necesario para el normal funcionamiento de las unidades de vigilancia de los nosocomios. La Voz Ucayalina recorrió los principales centros y postas de la ciudad y comprobó la importancia de las mismas en el tratamiento del dengue.
Escribe: Marcio Pérez
Reunión en Lima con el ministro de Salud, César Vásquez, resultó en buenas nuevas para el sector Salud.
Ucayali ha sido declarada en estado de emergencia por la propagación del Dengue. A pesar de esto, la Unidad de Vigilancia Clínica (Uviclin) del Hospital Amazónico de Yarinacocha (HAY), que tiene la responsabilidad de monitorear constantemente a los pacientes con sospecha de dengue y a aquellos en estado grave, ha estado cerrada desde el primero de abril, después de haberse registrado una muerte materna con dengue probable.
Los pacientes con síntomas de alarma graves de dengue son atendidos en los pasadizos y otras áreas de emergencia del HAY. "Los pacientes con dengue necesitan un monitoreo constante, no es solo darles paracetamol y listo. No ha habido muertos estos días porque había Uviclin. Teníamos vigilancia constante. Ahora no hay esa barrera protectora contra el dengue", indica un médico del nosocomio, que no quiere brindar su nombre por temor a represalias.
Uviclin del amazónico sin personal médico.
El Ministerio de Salud (Minsa) ha asignado más de S/10 000 000 en decretos de urgencia para combatir al dengue en la región, montos que fueron destinados principalmente al control vectorial y epidémico, según informa la Dirección Regional de Salud (Diresa). Sin embargo, el presupuesto no contemplaba -hasta ayer- mantener abiertos los Uviclin. "En conversación con el ministro Vásquez hemos logrado asegurar el presupuesto para la apertura de la Uviclin en el HAY, para no bajar la guardia ante posibles casos de dengue', señala Patrich Pantoja, director de la Diresa.
Sin embargo, se bajó la guardia del sistema de control antidengue en la Unidad Febril de la posta San José, que reportó el cierre desde el 26 de marzo hasta el 02 de abril por falta de presupuesto. "Nos dijeron el 26 que iban a cerrar por falta de presupuesto, recién hoy han abierto, pero debieron cerrar. Una semana antes de que cerraran, atendimos 100 pacientes, arrojando 40 casos probables', indica un técnico enfermero de la postal, también desde el anonimato.
Pacientes con dengue del HAY atentidos en los pasillos.
Un escenario similar se repite en el centro médico de San Fernando, donde la unidad febril registró más de 128 casos probables de dengue la semana anterior, según su registro de pacientes. Pero los sistemas de salud más débiles contra el dengue son los centros médicos sin unidades febriles, como el Centro Médico de 07 de Junio del distrito de Manantay, donde los pacientes con síntomas de dengue son atendidos en el tópico por enfermeros y técnicos de salud. A pesar de haber solicitado hace un mes un médico a la Diresa en el establecimiento.
“Las postas de primer nivel de atención están fallando en relación al presupuesto. Viene dinero para insumos y talleres, pero ¿quién va a hacer la actividad? Tenemos balas y armas, pero no hay soldados. La falencia en Ucayali es de recursos humanos. Aun así hemos disminuido los casos de dengue en un 50 % en relación al año anterior", indica Pantoja.
Centro de Salud 07 de Junio, pacientes con dengue son atendidos por técnicos en enfermería.
La mejora es sin duda notable, aunque persisten fallos en la lucha contra el aedes aegypti. La familia de Emma Gonzales, la mujer embarazada fallecida el 30 de marzo, denunció irregularidades en su atención en la posta Húsares de Perú, donde se priorizó la burocracia por encima del cuidado del paciente. Pantoja afirma que se han tomado medidas contra este centro médico y niega enfáticamente que la muerte se deba al dengue, aunque algunos expertos, consultados por La Voz Ucayalina cuestionan esta afirmación.
Hasta la fecha, se han reportado más de mil casos probables y 600 confirmados de dengue, mientras los reportes siguen aumentando y las autoridades de salud admiten las deficiencias en los sistemas de atención.