Julia Pérez declaró ante CSJU que desde mucho tiempo antes del asesinato de su esposo, recibían amenazas de inculpados. Maderero “brashico” Eurico Mapes se puso a derecho mientras actuar del Ministerio Público opaca relevancia de caso.
Escribe: Hugo Enrique Alejos
El viernes último se desarrolló en la sede de la Corte Superior de Justicia de Ucayali (CSJU), una nueva audiencia del juicio oral contra cinco madereros, presuntos autores del asesinato de Edwin Chota, Leoncio Quintísima, Francisco Pinero y Jorge Ríos, líderes ashéninkas de la comunidad fronteriza Alto Tamaya Saweto. En esta oportunidad, Eurico Mapes Gómez, maderero brasileño criado en el Perú, se puso a derecho luego de ser declarado reo contumaz dos audiencias atrás. El inculpado autor material del horrendo crimen ocurrido el 1 de septiembre del 2014, guardó silencio y su defensa aseguró que en su oportunidad dará su testimonio.
No obstante el director de debates pidió a la representante del Ministerio Público leer las imputaciones contra Mapes, la fiscal solicitó hacerlo en una nueva audiencia. El magistrado negó el pedido a lo que la fiscal empezó a hacer un recuento del caso, tuvo que ser corregida nuevamente por el juez y empezar con lo concreto: decirle a Mapes de qué se le acusa. Falta de preparación o desconocimiento del caso fueron continuamente puestos en evidencia en la representante de la Fiscalía, ante la ausencia del fiscal Vega, titular de Crimen Organizado.
Además, en la audiencia fue turno de declarar de Julia Pérez Gonzales (44), viuda de Edwin Chota Valera, quien narró amenazas que su esposo le contó que recibía de madereros entre los que confirmó haber oído el nombre de Jose Estrada Huayta y Hugo Soria Flores. Además, señaló explícitamente a Mapes, presente en el recinto, como autor de la muerte de quien en vida se desempeñaba como jefe de la comunidad. “Mi esposo vestía jean blanco (deteriorado), y polo negro, además, llevaba una bolsa con una cushma y algunos documentos y mosquiteros en el”, sostuvo en idioma Asháninka. También indicó que luego que su esposo y compañía partieran rumbo a Apiwtxa a formar una “alianza para combatir la tala ilegal”, tres botes surcaron el río rumbo al sitio donde se dirigían los líderes.
Por su parte, Diana Ríos Rengifo, hija de Jorge Ríos, también acusó y confirmó la autoría de lo madereros inculpados. Sostuvo conocer las amenazas de José Estrada Huayta y Hugo Soria y también dijo conocer el actuar de distintos madereros de la zona, entre los que están los hermanos Atachi Félix y Eurico Mapes, quien sí portaba un arma y que la llevaba a las reuniones que se daban en la comunidad. Los letrados a cargo de la defensa intentaron cuestionar la autenticidad de los testimonios, señalando que un tercero civilmente responsable de la defensa de los derechos de las viudas enturbiaría o configuraría conflicto de intereses en el caso. Incluso, uno de los abogados, pidió reconocer distintos nombres de ONGs.
Las audiencias por este caso emblemático de búsqueda de justicia por la muerte de líderes Amazónicos asesinado en la defensa de sus territorios ancestrales frente a la tala ilegal, continuarán este jueves 14 de julio a las 2:30 en la sala de audiencias de la Sala Penal Permanente de la CSJU.