Según un informe de la Unesco, nuestro país se encuentra en una de las peores crisis educativas de los últimos años, por lo que se requiere urgentes medidas. Las consecuencias de la poca inversión para el sector y la pandemia afectaron de manera directa los niveles de aprendizaje, pues al estar tanto tiempo fuera de aulas, fue el detonante por el que los estudiantes bajaron su rendimiento.
Escribe: Diana Tang
Informe de la Unesco. I LVU
En el 2015, la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco), realizó una asamblea -junto a otros países- para acordar el cumplimiento de una serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para mejorar los niveles de educación hasta el 2030.
Al respecto, la Unesco publicó un informe que revelaba que nuestro país tiene un plan educacional sin metas definidas ni concretas para lograr los objetivos educacionales, y que no contamos con una política que esté destinada a cumplirlas. Y que además nos encontramos en el puesto seis, de los países que menos invierten en educación.
Un indicador fundamental -que se debe empezar a considerar con urgencia- para lograr los objetivos y llevar a cabo los planes educativos, es la inversión. Es decir que el porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), sea destinado al sector entre el 4 % y 6 %. De los 16 países, siete superaron el porcentaje destinado a educación, pero Perú mantuvo las cifras del 2015: 3.9 %, convirtiéndonos en uno de los seis países con menos presupuesto.
Realidad de muchas aulas en comunidades nativas. I Foto: LVU
“El factor primordial de los estudiantes, es el tema presupuestal. Sin presupuesto no hay las condiciones para que los estudiantes logren los aprendizajes esperados en nuestro país. Es por eso que el nivel educativo ha ido decreciendo y por lo tanto dificulta cumplir estos objetivos”, afirma un representante de la Dirección Regional de Educación de Ucayali (DREU).
Al ser consultado por La Voz Ucayalina, el representante de la DREU explicó que nuestra región no es ajena a esta crisis educativa, y que se viene sufriendo como nunca antes -tras dos años de pandemia- y por el cual se requiere medidas de urgencia. “El presupuesto es muy bajo, y es un tremendo problema porque no se puede invertir como se debe. Y siempre encontramos los mismos problemas”, aseguró.
La experiencia demuestra que para incrementar los resultados pedagógicos hace falta que se invierta más en educación. En cuanto a la crisis de aprendizajes, aún no se sabe -con exactitud- cuáles son las consecuencias de haber cerrado las escuelas por la pandemia. “Cuando se realizó el monitoreo de los avances, se pudo comprobar que sufrieron un atraso de 10 años”, agregó. Si bien pudo haber un progreso en este sector en el 2019, pero se perdió con los años de encierro.